La potencia que se contrata es uno de los elementos por los que más se paga en la factura de la luz, por tanto en función de la potencia que tengas seguramente pagarás más o menos, independientemente del consumo. Ahora que la factura de la luz ha sufrido cambios relevantes, la potencia contratada asume un papel mucho más importante, ya que sigue siendo un término fijo por el que se cobra más que antes.

En edificios de viviendas, de locales o industrias, si se contrata una potencia superior a 15 kW se instala un maxímetro, que registra la potencia máxima que se consume en el período facturado. Al contrario que en las viviendas, cuando la potencia es superior a la contratada no se produce un apagón de luz sino que se paga a mayores por ello.

Dicho esto, podemos ver la importancia que tiene elegir la potencia contratada en el edificio. Si se consume una potencia menor que la contratada, se está pagando más sin necesidad; mientras que si se consume una potencia mayor a la contratada se recibirá una penalización por ello. Ajustar la potencia contratada a la que realmente necesitamos es la clave para no pagar de más en ningún caso.

Cómo calcular la potencia que se necesita para optimizarla

Para elegir la potencia que se quiere contratar es recomendable realizar un estudio del histórico de consumos máximos registrados por el maxímetro.

Con ello, hay que calcular la potencia que se contrata para conseguir que la facturación en el edificio sea la mínima, independientemente de que se realicen otras medidas de ahorro. Así, estudiando y analizando se puede optimizar la potencia contratada eligiendo si se tiene más potencia que la que se necesita o no.

medir potencia contratadaUn truco que se realiza en muchos hogares para controlar la potencia máxima de su casa es utilizar varios aparatos eléctricos a la vez, o utilizar juntas las cosas que más consumen, para ver hasta dónde aguanta sin cortes. Una vez que se conoce lo que aguanta la potencia contratada, analizan realmente la que necesitan teniendo en cuenta los aparatos que suelen conectar a la vez o no. Hacer esto en edificios no es posible porque la electricidad no se corta ni dejan de funcionar los servicios, sino que una vez rebasada la potencia se paga una penalización; por lo que la mejor forma de hacerlo es estudiando los hábitos de consumo de toda la comunidad de vecinos para así conocer realmente la potencia que se necesita y ver también si se podemos bajarla para ahorrar en el recibo eléctrico.

Controlar el consumo de potencia y ver la forma de reducirlo puede ayudar también a ahorrar en la factura de la luz si se descubre que de esta forma es viable contratar una potencia eléctrica menor. ¡Nosotros nos encargamos de todo!

¿Subir la potencia contratada?

Generalmente, en las comunidades de vecinos no suele plantearse esta necesidad porque no necesitan más potencia, a no ser que hayan introducido un nuevo cambio o servicio que justifique dicha subida.

Normalmente, los edificios cuentan con una mayor potencia de la que necesitan (sobre todo los de más de 50 años), por lo que incluso en este caso ni si quiera se requiere esta acción.

Sí se debe valorar subir la potencia contratada en caso de haber recibido varias penalizaciones por utilizar más potencia de la que se ha contratado, porque entonces nos estamos dando cuenta de que la potencia no es suficiente; aunque no suele ser lo habitual.

¿Bajar la potencia contratada?

En muchos casos, en el edificio se suele contratar por defecto una potencia mayor que la que se necesita, lo que hace que durante mucho tiempo se esté pagando de más por la factura de la luz. Por eso, hasta que los administradores de fincas o comunidad de vecinos se dan cuenta de que están perdiendo mucho dinero por un gasto fijo que no les incumbe puede llegar a pasar mucho tiempo.

Suele ser bastante común que en el momento de acabar la construcción, el responsable final (hace años) decidiera subir la potencia contratada para «curarse en salud» porque antiguamente ni estaba penalizada ni el coste fijo suponía estar pagando una tarifa superior a la media. Pero esto, como ya sabemos, ha cambiado.

Bajar la potencia contratada, siempre que la actual sea mayor que la que se necesita, ayuda a ahorrar considerablemente en la factura de la luz, y más con los nuevos cambios introducidos por el gobierno. Se puede descubrir si la potencia contratada es de más o no, como hemos dicho, haciendo un análisis de los datos del maxímetro o contactando con expertos asesores energéticos conocedores de este área como nosotros.

¿Mantener la potencia contratada?

Si la potencia ni es más ni es menos de la que se necesita, y tras realizar un estudio profundo de todos los datos, mantener la potencia actual será entonces la decisión más acertada. Aunque en el caso de muchos edificios surge la necesidad, para ahorrar en la factura, de bajar la potencia por una menor, más ajustada al verdadero consumo de la comunidad. Y como siempre decimos, eso es algo que hay que estudiar muy bien porque el ahorro realmente merece la pena.